Red Bull se siente perseguido

En Red Bull se sienten perseguidos. Por todos. Por Mercedes, por la FIA… Es lo que se desprende de las declaraciones de Adrian Newey, jefe técnico de los austríacos. En cierta medida los coches energéticos han salido mal parados de todas las polémicas que se anotan en esta primera mitad de temporada: los límites de pista de Bahréin, los neumáticos que explotan en Bakú, el exceso de agresividad de Hamilton en Silverstone o el ‘strike’ de Bottas en Hungría dejando a los dos Red Bull fuera de combate, son pruebas de ello. Incluso han tenido que explicar en varias ocasiones el funcionamiento de su famoso alerón trasero tras mostrar Mercedes dudas con el ala energética y se han emitido directrices técnicas señalando a las paradas excesivamente rápidas, arte que domina el box de Red Bull como nadie en la parrilla. Incluso las presiones de los neumáticos se han revisado.

Toda esta conjunción de factores ha hecho que Adrian Newey levante la voz. Sin medias tintas: «No recuerdo un lobby en F1 como el que hay contra Red Bull». Mercedes por fin tiene rival, dentro y fuera de la pista y en Milton Keynes se ven señalados y en cierta manera perseguidos, aunque desprendan de ello que van por el buen camino. Y continúa Newey: «En muchos sentidos, es un cumplido para el equipo encontrarnos bajo tales miradas por parte de los demás. Hemos experimentado esto antes, pero no puedo recordar un momento en el que hayamos recibido el mismo nivel de política y de lobby entre bastidores contra nuestro coche».

Hace referencia el jefe técnico de Red Bull a la época 2010-2011, cuando Vettel volaba por encima de los Ferrari: «Estábamos bajo un escrutinio constante y nos adaptábamos a cada conjunto de regulaciones cambiantes. Ya hemos pasado por esto en las últimas batallas del campeonato con Ferrari. Esa es la naturaleza de la F1, y una de las cosas que la hace tan estimulante, pero es la frecuencia e intensidad de este año lo que es bastante revelador«.

Y pone como ejemplo el famoso alerón flexible trasero, una de las quejas de Mercedes: «Cuando Mercedes empezó a hacer ruido al respecto, no estaban preocupados por lo que Alfa Romeo estaba haciendo. Sólo les preocupaba que nosotros obtuviéramos un beneficio, que en realidad no lo teníamos. Pero el cambio de esa parte implicaba un coste que, evidentemente, perjudicaba. Sin embargo, es un gran testimonio de la calidad de nuestro equipo que podamos responder a los cambios y es un gran ejemplo de que cuando nuestro equipo es acorralado, podemos salir a luchar y seguir siendo igual de competitivos», puntualiza Newey en una entrevista para la web de Red Bull.

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