Un oro por Ceballos

España cierra hoy el círculo de una de las mejores generaciones de su historia en categorías inferiores con la final soñada: contra Brasil en unos Juegos Olímpicos. No hay mejor desenlace para un grupo que en los últimos seis años ha ganado una Eurocopa Sub-19, una Sub-21 y ha asegurado una medalla olímpica. Es la primera vez que se enfrentan estas dos selecciones en unos Juegos.

El fútbol, como suele ser habitual, ha añadido dramatismo a este guion que los de Luis de la Fuente esperan terminar con final feliz. Esa parte amarga le ha tocado vivirla a Dani Ceballos en este campeonato: llegó en el mejor momento de su carrera, dio un recital contra Egipto en el debut pero una entrada terrorífica le sacó del campo a los 40 minutos. Lo ha intentado todo para estar hoy contra Brasil, pero su tobillo izquierdo no ha respondido. Para añadir fatalidad, hoy es el día de su 25 cumpleaños.

Esta circunstancia ha unido aún más a un equipo que durante este camino ha superado una y otra vez momentos en que todo parecía perdido. Lo demostraron en cuartos contra Costa de Marfil y también en semifinales ante Japón, con dos victorias agónicas en la prórroga. En la última de ellas el héroe fue Marco Asensio, que había sido castigado a la suplencia. El balear, que hoy regresa al once, es el mejor amigo de Ceballos dentro del vestuario y ambos comparten siempre habitación en las concentraciones. Ni un guionista de Hollywood habría escrito un drama más completo. Ahora sólo falta abrocharlo con un final bañado en oro.

Para lograrlo, De la Fuente hará pocos retoques. La duda vuelve a estar en los laterales, donde Vallejo parte con ventaja en la derecha y Cucurella en el lado zurdo. El resto, los habituales, con Oyarzabal de vuelta al falso nueve para dar entrada a Asensio en la banda derecha. Les acompañan Olmo y Pedri, que deben dar un paso al frente y liderar a España tras la experiencia adquirida en la Eurocopa. Atrás, se confía en la solvencia del tridente Simón-Eric-Pau, que han realizado un torneo de sobresaliente. Hoy tendrán al rival más difícil: Richarlison, la gran estrella de esta Canarinha (cinco goles en los Juegos). Por último, en la sala de máquinas repiten los realistas Zubimendi y Mikel Merino.

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Ceballos y Asensio posan para AS.
Morenatti

Brasil

Los brasileños eran los otros grandes favoritos por detrás de España y defienden el título conseguido en Río 2016. Jardine, el seleccionador, ha utilizado las plazas de tres mayores de 24 para apuntalar la parte trasera. Reclutó al portero Santos (31 años) y a dos conocidos por el público español: el capitán Dani Alves (38) y el sevillista Diego Carlos (28). En el centro del campo y el ataque, lo habitual en Brasil: rienda suelta al talento con más verticalidad que posesión.

España necesitará, esta vez sí, hacer el partido redondo que de momento se le resiste en Japón. Analizando el historial de esta generación, siempre sufrió más ante rivales teóricamente inferiores y se exhibió ante los mejores. Han estado lejos de la versión que se esperaba, pero les ha dado para llegar hasta una final en la que si alcanzan el sobresaliente se olvidará todo el sufrimiento anterior…

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