Djokovic, rey de la Villa

Novak Djokovic debutó con fuerza en Tokio, donde es una de las grandes estrellas. Sin Roger Federer ni Rafa Nadal en la cita olímpica, es el único integrante del Big Three, algo extraño para él, como ya confesó en la rueda de prensa de presentación del equipo serbio: «No tengo mucha experiencia en jugar en los últimos 15 años en torneos sin Roger y Rafa… y es un poco extraño», aseguró. Llega como número uno del mundo y con la posibilidad de conseguir el Golden Slam, ganar cuatro Grand Slams y la medalla de oro olímpica en un mismo año, pero no se confía: «Están Medvedev, Tsitsipas, Rublev…. son los mayores competidores por ganar una medalla, aunque yo tengo claro que aquí tengo que ir partido a partido. He aprendido de otras veces en las que he podido tener otras distracciones», advirtió.

Pese a sus palabras, sin embargo, el tenista serbio está siendo el rey de la Villa. Con su aura, ya legendaria, se ha convertido en uno de los grandes atractivos de la cita olímpica, pero no solamente para los aficionados, sino que también para los deportistas que han acudido a la misma. Es uno de los más solicitados en las fotos, los autógrafos se suceden uno tras otro y todo aquel que puede intenta acercarse él para compartir impresiones, vivencias o, simplemente, admiración.

Hugo Dellien, su rival en primera ronda, no fue una excepción. El tenista boliviano no pudo poner en apuros a Novak, que resolvió el partido en poco más de una hora y en dos sets (ambos 6 a 2), pero tampoco dejó pasar la oportunidad de posar junto él. En una foto compartida a través de su propia página de Twitter, Dellien aparece junto a Djokovic, que le regaló uno de sus polos: «El recuerdo más lindo de mi vida», titula. La magia de los Juegos Olímpicos.

La anécdota, sin embargo, no ha sido la única que ha dejado el tenista serbio hasta el momento. En sus propias redes sociales, ha publicado una foto en la que se le ve, de forma sonriente y algo jocosa, realizando ejercicios junto a las gimnastas belgas, con Nina Derwael a su lado. «Me siento bien física y mentalmente, con un gran feeling», aseguró, también, en la conferencia antes citada. Y está demostrando ambas cosas.

Sobre la pista, que destaca por su alta temperatura, su próximo rival será el alemán Jan Lennard Struff. Número 48 en el ranquin ATP, no debería suponerle ningún problema, pero sí un aumento en la dificultad respecto al debut. Aún más, con la seguridad y confianza que está demostrando. Y los precedentes. Djokovic, que ya ganó el ATP 500 de Tokio en la misma pista en la que se juega el torneo, deja claras sus intenciones: «En 2008 gané una medalla en Pekín y ojalá que ahora pueda repetir para el equipo serbio». El rey de la Villa quiere agrandar su trono. Dentro y fuera de la pista.

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