Carreño, con un título y los nervios del debutante
Pablo Carreño, un jugador que nunca le ha dado la espalda a la Copa Davis, debuta en Tokio en unos Juegos, con 30 años, el título del ATP 500 de Hamburgo (el más importante de su carrera) bajo el brazo y la tensión de un primerizo.
«Va a ser importante saber controlar los nervios. En Hamburgo ya estaba despierto a las siete de la mañana por la importancia de la final… Y aquí soy realista, me pasará igual», sonríe el número 11 del mundo en Tokio, la baza de España junto a Alejandro Davidovich (35º) en un torneo en el que también, y debido a renuncias como las de Rafa Nadal o Roberto Bautista, han entrado Pablo Andújar (65º) y Roberto Carballés (90º).
El asturiano debutará en el cuarto turno de la pista 1 del Ariake Tennis Center frente al estadounidense Tennys Sandgren (81º), a media mañana del sábado. Y sale como cabeza de serie número seis por las bajas de top-ten como Federer, Thiem, Shapovalov o Berrettini.
Adaptarse a la pista (no demasiado rápida), el calor (superior a 30º) y la alta humedad (de hasta el 80%) no será fácil viniendo de la tierra. Pero Carreño tira del chute olímpico: «Se puede suplir con ritmo y la confianza con la que llego. La pista no es demasiado rápida y venir de ganar un torneo es positivo».
Sobre la ausencias, él no tuvo duda en viajar a Tokio. «Considero un privilegio estar aquí y lo tenía marcado en el calendario desde el año pasado aunque sé que me puede perjudicar de cara a la gira por EE UU», argumenta feliz. La burbuja de la Villa es mucho mejor que la de los torneos ATP. «¡Ahí no puedes salir del hotel, ni pasear ni ver a deportistas tan grandes!».